Viajes de estudiantes en Ámsterdam y las compras
Si ya de por sí hacer y realizar un viaje de estudiantes en Ámsterdam es una auténtica maravilla, ¿verdad que podría mejorarse si sabemos dónde y qué comprar? En el post que traemos hoy vamos a desvelar cuáles son los souvenirs más típicos y tradicionales de la ciudad y su cultura. Y lo mejor es que no serán de esos regalos que te compras y guardas en un cajón, ¡ya que o bien te los comes o los colocas a la vista en casa porque son preciosos!
Zuecos holandeses
No hay viajes de estudiantes en Ámsterdam que se precien que no incluyan ir de compras y llevar contigo unos típicos zuecos de madera. Lo mejor es que busquéis un bonito taller en el que veáis cómo se fabrican los zuecos y os hagáis allí con un par. Hay uno muy curioso a menos de 30 minutos en tren , ubicado en Zaandam, un pueblito donde si preguntas por el taller Zaanse Schans os indicarán rápidamente.
Quesos holandeses
Buenos quesos hay por todo el mundo, eso es cierto, pero si hacéis viajes de estudiantes a Ámsterdam debéis probar al menos un queso de los suyos, ya que tienen mucha fama. No tenéis por qué ir a ningún sitio en concreto a por ellos, aunque no estaría de más que visitéis una fábrica de quesos. Pero, como os decimos, hay quesos por todos lados. Incluso algunas tiendas (conocedoras del público que atraen) llevan a sus locales máquinas auténticas y hacen pequeñas demostraciones. Como quesos típicos no podéis dejar atrás el queso Edam (con su típica forma en bola tierna), el queso Gouda y su queso Massdam.
Cerámica holandesa
En Holanda se trabaja mucho la cerámica, por lo que puede ser una brillante idea llevar pequeñas piezas como regalos para conocidos, amigos y familiares. Lo que caracteriza a la cerámica holandesa son los colores con los que se adornan: blanco y azul. Encontraréis todo tipo de formas y objetos, desde zuecos en miniatura que sirven para decorar y colgar hasta campanillas, cepillos, espejos, etc. Y si tuvierais tiempo durante vuestros viajes de estudiantes a Ámsterdam, podéis conocer la ciudad de donde es originaria la cerámica holandesa, Delft, y visitar su fábrica.