Los platos típicos de Bruselas
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¡Estamos en racha! Como ya sabéis, idolatramos la gastronomía de las ciudades que visitamos, porque es otra forma de adentrarnos en su cultura a la par que disfrutamos y llenamos el estómago. Hoy os vamos a hablar de los platos más típicos que podréis encontrar durante vuestro viaje de fin de curso a Bruselas, para que en alguna parada técnica (o que vayáis ex profeso a algún sitio) disfrutéis con los cinco sentidos. ¡Vamos a por ello!
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Primeros platos
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La tradición belga marca que cuando se come, se come bien. Estos platos típicos que os vamos a mostrar suelen ser contundentes, tanto por la cantidad como por la tipología de los ingredientes, las salsas, etc. Esta combinación, en el sur de Europa, puede resultarnos un poco extraña, pero son afamados sus mejillones con patatas fritas. Este es, posiblemente, el ingrediente predilecto de la cocina y gastronomía belga, los mejillones y en función de nuestra preferencias nos los pueden servir de una manera o de otra. ¿Pero cuáles son las formas más típicas de servir los mejillones? Cn salsa por encima, que puede ir desde la salsa hecha a base de ajo, pasando por salsa de vino blanco, de tomate o la típica marinera. Todo esto acompañado de sus famosas patatas fritas. El plato también suele conocerse como “Moules-frites”, para que no lo perdáis de vista. El waterzooi es, también, otra receta ya instaurada en la memoria belga, que se popularizó en Gante y se elabora a base de pollo o cerdo estofado. Hay algunas recetas que sustituyen la carne por pescado; ¡es cuestión de gustos! Para los que quieran algo más ligero y con verduras pueden pedir la receta conocida como chicons au gratin, que está realizada con endivias preparadas y acompañadas de jamón y salsa de queso, todo ello formando un rollo que gratinan a baja temperatura.
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Los dulces
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Ya es conocido, y hemos hablado de ello en el blog, el chocolate belga, posiblemente el de mayor calidad de toda Europa. Lo podéis consumir como producto en sí, es decir, como tableta o bombones (ya sabéis que nuestros preferidos están en Godiva, Leónidas y Neuhaus). No obstante, hay un sinfín de recetas que lo utilizan como complemento, como es el caso de sus gofres. Para que nos movamos bien en el universo de los gofres, debemos saber que hay dos tipos: cofre lieja y cofre belga. El cofre lieja es de tamaño menor y muy crujiente, al cual se le pone chocolate fundido por encima y parece que alcanzamos el cielo. El otro tipo de gobre, el cofre de Bélgica, es más grande que el otro, suele tener una masa más pesada y también suele combinarse con chocolate. Realmente, esto va en función de nuestros gustos, le podemos poner encima tantos toppings como queramos.
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