Imprescindibles en tu viaje a Edimburgo

¿Estáis barajando diferentes opciones para realizar un viaje de fin de curso? ¿Qué os parecería la idea de viajar a Edimburgo, capital la preciosa Escocia? En el post de hoy os vamos a hablar sobre uno de sus monumentos más emblemáticas y que, quizá, sea el motivo que os haga decidiros por visitar esta preciosa zona británica.

 

Edimburgo, una ciudad para visitar.

Edimburgo es, aunque  seguro que muchos de vosotros ya lo sabéis, una de las ciudades más importantes de Escocia, concretamente la segunda de mayor importancia tras Glasgow. Tiene un sinfín de monumentos que harán que vuestra estancia en ella sea de lo más interesante que os podáis imaginar, como por ejemplo el Calton Hill, la Universidad de Edimburgo o la zona del Old Town.Edimburgo es una ciudad que, además de sus monumentos, ofrece gran cantidad de actividades de ocio y turismo para realizar; ¿quién podría resistirse a ver en persona grandes obras de Tiziano, Rafael o Botticelli en la Galería Nacional de Escocia?, ¿u os apetecería más descubrir lugares reales de rodaje de películas como El Código Da Vinci, la serie Outlander o una de los lanzamientos de Avengers? Todo eso y mucho más es lo que os puede ofrecer Edimburgo pero, sin lugar a duda, la atracción con la que nosotros nos quedamos es la que ofrece el Castillo de Edimburgo.

 

Conociendo el Castillo de Edimburgo.

Como os acabamos de mencionar, uno de los principales monumentos de la ciudad de Edimburgo es su castillo, el cual data del siglo XII. Este castillo tuvo, como podéis imaginar, fines completamente militares, lo cual le venia dado por la zona donde se decidió ubicar: en un maravilloso acantilado. Tres de sus lados dan al acantilado, lo cual hace que desde él, una vez que estemos dentro como visitantes, tengamos unas vistas de Edimburgo espectacular. Antiguamente, para hacer más eficaz la defensa del castillo, se mantenía en perfecto estado un lago a su alrededor, llamado Nor’Loch, que en español significa Lago Norte. Este lago estuvo prácticamente intacto hasta, aproximadamente, el siglo XVII, cuando el rey Jacobo VII de Escocia decidió desecarlo para crear lo que sería la futura Ciudad Nueva (la zona céntrica de Edimburgo, que fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1995). Pero, ¿qué podemos ver en el interior del castillo? Os lo contamos a continuación, un poco más abajo.

 

La Piedra de Scone.

Una de las visitas más interesantes e importante dentro  del castillo es la que se puede hacer a la Piedra de Scone, que también es ampliamente conocida como la Piedra del Destino o de la Coronación. Se trata de una piedra arenisca que era utilizada en las coronaciones de los que iban a ser los futuros reyes de Escocia en plena Edad Media. Pero, ¿qué pasó con la piedra a partir del siglo XIII? Pues que los ingleses, liderados por el banco del rey Eduardo I de Inglaterra, se hicieron con ella para, a partir de entonces, utilizarlas en sus propias coronaciones. Pero como los ingleses sabían que, realmente, no les pertenecía la piedra, en el año 1996 decidieron devolverla a su zona de origen, a Edimburgo. Y a estas alturas os preguntaréis: ¿qué tiene de interesante esta piedra? En torno a ella giran diferentes mitos y leyendas como que, por ejemplo, fue la piedra utilizada por Jacob (figura importante de la Biblia) para apoyar su cabeza en el pasaje del Génesis (qué filosóficos nos estamos poniendo) para tomar con la Escalera de Jacob. 

 

El cañón Mons Meg.

¿Cómo se defiende un castillo? ¡Pues con cañones! Durante nuestra visita al Castillo de Edimburgo podremos contemplar desde muy cerca una auténtica bombarda medieval, que se encargó fabricar en el año 1449 por Felipe III de Borgoña. ¿Que para qué? Realmente era una obsequio que el citado rey quiso entregar al rey Jacobo II de Escocia. Y, al igual que ocurrió con la piedra, el cañón fue sustraído y llevado a modo de exhibición a la Torre de Londres, pero en 1829 regresó a su tierra natal, Escocia. ¿Pero, realmente, qué tiene de interesante este cañón? Pues que esta considerado como uno de los cañones más grandes que existen en el mundo, ya que tiene un calibre de 20 pulgadas. 

 

Los honores de Escocia.

O lo que es igual: las Joyas de la Corona Escocesa. Dentro del Castillo de Edimburgo podréis ver las que son las joyas de la Corona más antiguas de Gran Bretaña y nada más y nada menos que las segundas más antiguas de toda Europa. Como ya estamos viendo en este artículo, se utilizaban joyas y piedras para coronar a importantes reyes, y concretamente los Honores de Escocia, también conocidos como Regalia Escoceses, comenzaron a utilizarse a partir de la coronación de María I de Escocia y Carlos II de Inglaterra. Este conjunto está formado por la corona, el cetro y la espada del Estado. La corona que podréis ver durante vuestro viaje de fin de curso a Edimburgo se mando realizar en 1540 por Jacobo VI de Escocia, sustituyendo e imitando a la anterior, que ya estaba estropeada. La base de la corona es de oro y tiene 22 gemas y 20 piedras preciosas que se reutilizaron de la corona previa. Más oro esmaltado, cruz dorada y negra, amatista y perlas hacen que la corona pese más de 1,5 kilogramos. El cetro que acompaña la corona fue un regalo del Papa Alejandro VI a Jacobo IV de Escocia, que como no acabó por convencer a la monarquía del momento, acabó siendo alargado. ¿De qué está hecho? Plata dorada, cristal y perlas escocesas es lo que da forma a esta preciosa reliquia. Por último encontramos la espada del Estado, que al igual que el cetro, fue un regalo de un papa: Julio II. 

 

Horario y entradas.

El castillo abre todos los días, es decir, de lunes a domingo de 09:30 a 17:00 horas de octubre a marzo y hasta las 18:00 horas de abril a septiembre. Por supuesto, hay diferentes opciones de entrada, y si compráis el billete online sale más barato. Los adultos deben abonar 19,50 libras, pero si se compra online solo cuesta 17,50 libras; los jóvenes de entre 5 y 15 años pagan 11,50 libras en taquilla y 10,50 libras online; los mayores de 60 años y personas sin empleo deben abonar 16 libras o 14 libras online.

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