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Conoce el Puente de Carlos: un símbolo icónico de Praga que revela la historia, la arquitectura y las leyendas. Descubre qué visitar en un viaje a Praga, ideal para estudiantes y docentes en busca de una experiencia educativa inolvidable.
Praga, ¡esa ciudad bohemia e idílica a las que muchos quieren hacer su viaje de viaje de curso a Praga! En el blog somos fieles amantes de esta ciudad, así que encontraréis mucha información turística sobre la misma. Hoy queremos hablaros del precioso puente que une la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña: Staré Mesto con Malá Strana (respectivamente).
¿Te preguntas qué visitar en un viaje a Praga? El Puente de Carlos es una parada obligada que combinará historia y belleza en cada paso.
Un poco de historia acerca del Puente de Carlos IV en Praga
Como bien indicado el nombre de este majestuoso puente, fue mandado construir por el monarca Carlos IV en el año 1357 y, a parte de crear una insignia de su paso por el gobierno de la ciudad, se pretendía sustituir el puente que estaba ahí anteriormente: Puente de Judith (quedó derruido tras una inundación). Era de vital importancia la construcción de este puente ya que no había otra forma de pasar a la otra parte de la ciudad, de ahí que sea el puente más importante de la misma. Inicialmente el puente se llamaba Puente de Piedra (Kamenny Most), ¡no le dieron muchas vueltas a la cabeza! Cuando lo visitéis (imposible no recorrerlo durante un viaje de fin de curso a Praga) andaréis un total de 516 metros y si queréis saber su ancho, ¡son 10 metros! La estructura está apoyada en la base del río sobre 16 arcos y tiene dos torres: una en la Ciudad Vieja y dos en la Ciudad Pequeña. El paseo por el puente es realmente agradable y curioso, ya que no solo disfrutaréis de su arquitectura sino que también pasaréis un buen rato viendo la gente curiosa que hay en él. Veréis pequeños “conciertos” hechos a partir de vasos y copas de cristal de bohemia, o veréis puestos ambulantes donde el ámbar es el rey.
Haz que tu viaje de estudios sea inolvidable con una visita al Puente de Carlos, uno de los lugares más emblemáticos para ver en Praga.
Sus estatuas
Originalmente, el Puente de Carlos en Praga estaba adornado con un total de 30 estatuas dedicadas a santos y patronos que reflejaban la profunda devoción religiosa de la ciudad. Aunque las estatuas originales fueron retiradas para su preservación y se encuentran actualmente en el Museo Nacional de la República Checa, el puente sigue albergando réplicas de estas icónicas esculturas. Las estatuas originales, creadas principalmente entre los siglos XVII y XVIII, representan figuras clave de la historia y la fe en Praga. Durante tu viaje de estudios a Praga, hay algunas estatuas que merecen una atención especial. La figura de San Juan Nepomuceno, por ejemplo, es notable por su halo de cinco estrellas, símbolo de su martirio. También destaca Santa Lutgarda, conocida por su devoción y milagros. El Crucifijo y el Calvario, una representación poderosa de la pasión de Cristo, también se encuentra en el puente. No puedes dejar de contemplar estas obras maestras en tu viaje de fin de curso a Praga; su riqueza histórica y artística aporta un valor inmenso a tu visita. Si te preguntas qué visitar en un viaje a Praga, asegúrate de incluir una parada en el Puente de Carlos para experimentar su magnificencia.
No te pierdas la oportunidad de caminar por el Puente de Carlos y apreciar lo que hace a Praga una ciudad única. Este monumento es esencial para entender la historia de la capital checa.
La leyenda dice…
Según una leyenda popular en Praga, arrojar una moneda desde el Puente de Carlos mientras estás en la estatua de San Juan Nepomuceno puede hacer realidad un deseo. Esta tradición tiene un origen histórico y simbólico profundo.
San Juan Nepomuceno, un clérigo del siglo XIV, fue martirizado y arrojado al río Moldava debido a conflictos con la monarquía, y su historia está llena de misterio y fe. La tradición dicta que debes lanzar la moneda con la mano izquierda, un gesto que simboliza el sufrimiento que experimentó.
La leyenda añade un toque mágico a tu visita, transformando una simple acción en un acto de esperanza. Así que, si estás buscando qué visitar en un viaje a Praga, no te pierdas este ritual en el Puente de Carlos. Además de admirar las estatuas y la arquitectura, participar en esta tradición es una forma única de conectar con la historia y la cultura local. Asegúrate de probar esta tradición en tu viaje de fin de curso a Praga y tal vez, ¡tu deseo se haga realidad!
Haz de tu viaje de fin de curso a Praga una experiencia educativa completa con una parada en el Puente de Carlos, un ejemplo impresionante de arquitectura medieval.
